Una breve reseña histórica del Acorazado clase Bismarck
(El Bismarck)
Durante mucho tiempo se consideró que era el
acorazado más grande, más poderoso, más veloz y más bello de su época. Su
tripulación lo admiraba y quería por encima de todo. Los enemigos del Reich
Alemán, lo temían. En cualquier caso, amigos y enemigos lo admiraban como navío
de combate. Nunca en la historia se puede decir que un buque o navío de guerra
despertó tanta curiosidad e interés en todo el mundo, incluso después de hundido.
Los acorazados de la clase Bismarck fueron el
resultado de una evolución que había empezado con la construcción de los
denominados acorazados de bolsillo (Panzerschiffe) de la clase Deutschland a
principios de los años 30 y bajo las restricciones del Tratado de Versalles. El acorazado Bismarck, (hermano mayor de su compañero,
el Tirpitz) fue botado a las 13:00 horas del martes 14 de febrero de 1939 por
la nieta del canciller Von Bismarck en presencia de Adolf Hitler y el gobierno
alemán al completo. Fue el primer acorazado botado en Alemania desde la I
Guerra Mundial, rompiendo con el acto del Tratado de Paz de Washington.
En ese momento era el buque de guerra más avanzado y poderoso al disponer de un
blindaje extraordinariamente avanzado. Sin embargo y debido a las necesidades
del Reich Alemán hacía la construcción de submarinos, el Bismarck no fue
entregado a la Kriegsmarine hasta el sábado, 24 de agosto de 1940. Era un día
nublado, y la dotación se encontraba formada en la cubierta alta a la espera de
que llegase a bordo el comandante Lindemann y empezar así la ceremonia de
entrega.
Características
del Buque:
Desplazamiento a
carga estándar: 43978 ton.
Desplazamiento a plena carga máxima: 53486 ton.
Velocidad: 30,12 nudos (máxima obtenida).
Medidas: Eslora máxima, 251 m. Manga, 36 m. Calado máximo 10,55 m.
Armamento: principal, 8-380 mm; secundario, 12-150 mm. Antiaéreos: 16-105 mm, 16-37 mm, 18-20 mm.
1 catapulta y 4 hidroaviones Arado Ar-196.
Blindaje: Acero especial, máximo en la vertical de la cintura acorazada 320 mm y horizontal máximo de la cubierta protectora 145 mm. Peso del blindaje, 19082 ton.
Dotación: 2.200 marinos.
Desplazamiento a plena carga máxima: 53486 ton.
Velocidad: 30,12 nudos (máxima obtenida).
Medidas: Eslora máxima, 251 m. Manga, 36 m. Calado máximo 10,55 m.
Armamento: principal, 8-380 mm; secundario, 12-150 mm. Antiaéreos: 16-105 mm, 16-37 mm, 18-20 mm.
1 catapulta y 4 hidroaviones Arado Ar-196.
Blindaje: Acero especial, máximo en la vertical de la cintura acorazada 320 mm y horizontal máximo de la cubierta protectora 145 mm. Peso del blindaje, 19082 ton.
Dotación: 2.200 marinos.
La Batalla de
Islandia:
El 23 de mayo de 1941, 10
meses después de que el buque fuera puesto en marcha, sobre las 19:20 horas los
buques de la flota alemana fueron
detectados por los sistemas de rádar del crucero británico Suffolk. Éste junto
al Norfolk, iniciaron la persecución de los barcos alemanes. Las naves de la
Home Fleet más cercanas a ellos eran el acorazado “Prince of Wales” y el
crucero de batalla “Hood”. Sobre las 5:50 de la mañana del 24 de mayo y desde
aproximadamente unos 20 km de distancia, las navios de guerra británicos
abrieron fuego contra los buques alemanes.
Los mandos alemanes no
querían contestar al ataque, sin embargo el capitán de corbeta Adalbert
Schneider solicitaba insistentemente permiso al almirante para abrir fuego de
cobertura. La única respuesta que obtuvo fue el silencio. Sobre las 5:55 de la
mañana el Capitán Lindemann indicó por los micrófonos abiertos del buque
Bismarck la siguiente expresión: ¡No voy a permitir que ejecuten el buque bajo
mis pies! ¡Permiso concedido!.
De esta forma fue el capitán quién ordenó el
ataque, por encima de la negativa del Almirante Günther Lütjens (comandante
jefe de la agrupación). Como consecuencia de ello los cañones de las dos naves
alemanas ignoraron al Prince of Wales y se centraron de forma contundente sobre
el Hood (la nave de mayor prestigio de toda la Royal Navy). Bastaron tan solo
16 minutos para que el Bismarck hiciera saltar por los aires al Hood. Le
alcanzó de lleno en sus pañoles de municiones, lo que le hizo volar por los
aires y hundirse en menos de dos minutos. El Bismarck había demostrado su valía
y su siguiente objetivo era el Prince of Wales, donde los británicos todavía no
podían creer lo que estaba sucediendo.
Como consecuencia de lo anterior y de
haber tocado la moral británica, Churchill enfurecido y atemorizado pronunció
su famosa frase “¡Hundid al Bismarck!”. De esta forma toda la Royal Navy inicio
una de las mayores cacerías navales de la historia. El día 26 de mayo, varios aviones topederos, tipo Swordfish,
pertenecientes al portaaviones Victorius, atacaron al acorazado. Como
consecuencia de dicho ataque dos torpedos alcanzaron al Bismarck. El primero de
ellos no generó ningún tipo de problemas, sin embargo el segundo, que impactó
sobre los timones, dejaron el buque sin gobierno. Debido a la baja maniobrabilidad del Bismarck, éste tomó rumbo hacia sus enemigos. Mientras el buque permanecía lento, los buzos de combate estuviero intentando reparar los problemas incluso durante el combate.
Aquella fue una noche de pesadilla para los marinos alemanes. Los
destructures británicos se lanzaron contra el acorazado, sin conseguir dañarlo
de forma importante. A la mañana siguiente, los marinos del Bismarck estaban
agotados y esperaban el fin, ya sin ningún tipo de esperanza. Sobre las 8:45
del día 27 de mayo, los británicos llegaron ante el Bismarck que comenzó a
recibir un intenso fuego que comenzó a destrozar las superestructuras, aunque
su blindado casco no pudo ser perforado y sus cuartos de máquinas continuaban
intactos y operativos. Tal fue la resistencia del acorazado que los británicos
estaban confusos y sorprendidos.
Tras sufrir durante
dos horas aquel terrible castigo de fuego y sin capacidad alguna de respuesta,
Lindemann (probablemente Lütjens estuviera muerto, ordenó abrir los grifos de
fondo y hacer explotar las cargas de autodestrucción para hundir la nave e
impedir su captura por los británicos. El Bismarck ya no
disparaba, su cubierta se hallaba llena de heridos y muertos, pero eso no
importó a los británicos que continuaban atacando el navío.
Sobre las 10:40 de
la mañana, fueron los propios marinos del Bismarck los que hundieron la nave.
De los 2200 marinos, solamente 800 pudieron saltar por la borda a las frías
aguas del Atlántico Norte. Una hora más tarde,
85 náufragos del Bismarck fueron recogidos por el crucero británico Dorethsire
y 25 por el destructor Maori. Los 700 marinos que
quedaron flotando en el mar también murieron. Finalmente, solo 115 pudieron
sobrevivir, de los cuales 110 fueron hechos prisioneros.
En 1989 el doctor
R. Ballard junto a su equipo descubrieron el Bismarck a unos 4800 metros de
profundidad y situado en el fondo del océano en posición de navegación y con
todo el casco completo. Se puede decir que aunque le faltan las estructuras de
ataque y las torres de artillería principales la imagen del Bismarck casi 50
años después sigue siendo imponente.
Las inspecciones llevadas a cabo por el
equipo del Dr. Ballard demostraron que no se observan impactos de torpedo en
los costados, pero sí un impacto de unas 14 pulgadas (360 mm) en el sector de
las grúas. Todavía es visible las esvásticas en la popa y la proa, aunque
inicialmente en esa época se habían cubierto con pintura o lonas (quizás el
paso del tiempo en el fondo oceánico haya dejado a la vista las pinturas de
estas esvásticas inicialmente pintadas sobre cubierta).
Parece increíble que
este buque sufriera el ataque al que fue sometido por los aliados durante la
batalla de mayo del 1941. En 2002 el pecio
fue nuevamente estudiado por James Cameron, que lo filmó sirviéndose de los
batiscafos rusos Mir y ROV (Remotely Operated Vehicle, vehículo operado a
distancia), ya usados en la filmación de los restos del Titanic. El resultado
de esta expedición quedó plasmado en el documental: Una expedición de James
Cameron: el Acorazado Bismarck.
Los datos de
esta breve historia se han obtenido en:
Buen resumen, aunque ya había leido otros resúmenes sobre la historia de este viejo acorazado de la II WW, tu blog me parece muy acertado. Seguiré tu evolución y tu andadura en este mundo del modelismo naval en plástico.
ResponderEliminarSuerte
Gracias por tu comentario. La verdad es que la red tiene muchísima información y es sencillo hacer un recopilatorio de la historia de este fantástico barco de guerra. En cuanto a mi vida en el modelismo, como os comentaba en la introducción es larga, pero anquilosada en los últimos años. No te mentiré, tengo mis dudas sobre la calidad del trabajo que llevaré adelante, aunque intentaré poner el máximo énfasis en ello me preocupa que el trabajo no esté a la altura de las circunstancias.
ResponderEliminarUn saludo